REVISTA-IDMA-2024-004

¡ALTO! ALIMENTOS NO APTOS PARA EL CONSUMO HUMANO Todo sobre el Tercer Monitoreo Ciudadano de Agroquímicos en los Alimentos

EDITORA VALERIA CÓRDOVA ANTICONA DIRECCIÓN DE ARTE VALERIA CÓRDOVA ANTICONA COMITÉ EDITORIAL GABRIEL MEJÍA DUCLÓS, DIRECTOR EJECUTIVO DUVERT VENTOCILLA CAVELLO, DIRECTOR PROGRAMA LIMA - CENTRO ALEJANDRA FARFÁN JIMÉNEZ, ASOCIADA IDMA YERSSEY CABALLERO PALOMINO, DIRECTOR PROGRAMA APURÍMAC LUIS ARTICA ARROYO, DIRECTOR PROGRAMA HUÁNUCO ROY CORDERO CUISANO, COORDINADOR REGIONAL ANCASH FOTOGRAFÍAS EQUIPO IDMA ©INSTITUTO DE DESARROLLO Y MEDIO AMBIENTE – IDMA CALLE JOSÉ FÉLIX OLCAY Nº 417, MIRAFLORES, LIMA 34-PERÚ TELÉFONO: +51 1 7220205 Nuestro equipo 01

ÍNDICE- CONTENIDO ALIMENTOS NO APTOS PARA EL CONSUMO HUMANO PRESENTACIÓN 03 05 EDITORIAL Agroquímicos en Nuestros Alimentos: Un Negocio Letal que amenaza la Salud 02 ARTÍCULOS 08 Plaguicidas: Remedios que matan silenciosamente La Cruzada por la Salud: Revelaciones del Tercer Monitoreo Ciudadano de Agroquímicos 13 Cultivo de papa sin agroquímicos: un camino hacia la salud y la sostenibilidad 18 MUJERES Y JUVENTUDES Nina Martínez: Comprometida con la lucha por una alimentación saludable y sostenible 28 ECO INNOVACIÓN ¿Qué es el humus de lombriz? 31 VOCES REGIONALES Actividades y eventos realizados en cada región donde trabaja IDMA 32 CONTACTOS Lima, Huánuco, Abancay 40 21 Agroquímicos y Monocultivos: Amenazas a la Biodiversidad ENTREVISTA Dra. Flora Luna González: “Urgimos un control más riguroso de agroquímicos para proteger la salud de los niños y evitar enfermedades graves" 24 El dilema de los agroquímicos en Apurímac: Producción vs. Salud y medio ambiente 11

En esta cuarta edición de nuestra revista “Eco Raíces”, titulada "¡Alto! Alimentos no aptos para el consumo humano", abordamos una temática crucial para la salud pública y la sostenibilidad ambiental: los agroquímicos. Basándonos en los alarmantes resultados del Tercer Monitoreo Ciudadano de Agroquímicos en los alimentos, llevado a cabo por diversas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas el Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente (IDMA), exploramos el impacto de estas sustancias en nuestra cadena alimentaria y la importancia de la vigilancia ciudadana en la protección de nuestra salud y el medio ambiente. A lo largo de esta edición, presentamos artículos detallados que exploran cómo los agroquímicos son un tópico crucial para cuidar la salud de todas y todos, destacando la urgente necesidad de incluir este tema en la agenda pública y política del Perú. Incluimos una entrevista exclusiva con la doctora Flora Luna, quien expone los riesgos de la exposición a agroquímicos en alimentos, alertando sobre su impacto en la salud infantil y la urgencia de un control más estricto para prevenir enfermedades graves. En nuestra sección "Mujeres y Juventudes", destacamos la historia de Nina Martínez, una activista agroecológica comprometida con la lucha por la alimentación segura. Además, en "Eco Innovación", ofrecemos una mirada educativa y detallada sobre cómo usar el "humus de lombriz". Finalmente, en "Voces Regionales", exploramos las actividades, acciones y eventos significativos en las regiones donde IDMA ha tenido presencia durante el mes de octubre. Invitamos a nuestros lectores a reflexionar sobre estos temas críticos y a unirse en la búsqueda de soluciones que garanticen alimentos seguros y un entorno saludable para todos. PRESENTACIÓN 03

El Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente-IDMA es una organización no gubernamental, sin fines de lucro, fundada el 13 de marzo de 1984, con la finalidad de aportar desde los ámbitos locales y regionales al desarrollo nacional; hacia la consecución de un modelo de desarrollo sostenible que permita mejorar y elevar las condiciones y calidad de vida humana, la democratización de la sociedad, la equidad social y de género desde una perspectiva ambiental. 04

05 Hace algunos días en el Perú recordábamos con profunda tristeza e indignación que hace 25 años, el 22 de octubre de 1999, 24 niños de la institución educativa N° 50794 murieron en la comunidad de Tauccamarca, en la región Cusco, tras consumir el desayuno escolar mezclado en recipientes con restos de agroquímicos. Según diferentes reportes, “las muertes fueron instantáneas, en medio de los más atroces dolores… Otros 22 niños sobrevivieron, pero es posible que sus sistemas vitales hayan quedado seriamente dañados”. Aun después de 25 años, reina la imSegún un reciente informe de la Fundación Heinrich Böll, 385 millones de personas se enferman cada año en el mundo debido al uso de agroquímicos; en tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta 240,000 muertes anuales ocasionadas por envenenamiento agudo por sustancias químicas, de las cuales 186,000 son por exposición a plaguicidas. Un reporte de la Sala Situacional del Ministerio de Salud de enero de 2024, indica que en el año 2023 se notificaron 1,981 casos de intoxicación aguda por plaguicidas (IAP). En las regiones, medios locales reportan constantes incidentes de intoxicación por agroquímicos, sin que las autoridades competentes tomen acciones, fiscalicen y sancionen a los responsables que comercializan agroquímicos prohibidos o venden alimentos que contienen residuos que exceden los límites máximos permitidos (LMR), como lo ha evidenciado el tercer monitoreo ciudadano. AGROQUÍMICOS EN NUESTROS ALIMENTOS: UN NEGOCIO LETAL QUE AMENAZA LA SALUD Gabriel Mejía Duclós / Director Ejecutivo IDMA EDITORIAL

En este contexto, es inaceptable que los pobladores del Perú estemos comprando y consumiendo diariamente alimentos con exceso de venenos, causantes de múltiples enfermedades como el cáncer, que nos llevan sistemáticamente a la muerte. Ningún ser humano, sin importar su condición económica, religiosa o educativa, es un ciudadano de tercera categoría. Todos tenemos los mismos derechos, como el derecho a una educación y salud de calidad, y a alimentarnos saludablemente para vivir con dignidad. Por ello, en cumplimiento de la Ley de Compras Estatales y considerando la Ley de Inocuidad Alimentaria, programas como los Comedores Populares, Vaso de Leche, Cuna Más, hospitales, y especialmente el Programa de Alimentación Escolar Qalli Warma, tienen la obligación moral de adquirir productos sin contaminantes, ya sea por aguas con sustancias tóxicas por relaves mineros o por la aplicación de agroquímicos en su producción. 06 -punidad, pues los verdaderos responsables no han sido sancionados. Sin duda alguna, los agroquímicos constituyen en el Perú y en el mundo un negocio altamente rentable, donde empresas transnacionales que fabrican y venden agrotóxicos, como Bayer, Basf, DOW Chemical, Syngenta, Monsanto y Du Pont, entre otras, han hecho de la venta indiscriminada de estos productos uno de los negocios más lucrativos a nivel mundial, con volúmenes de ventas anuales que, según el portal Emergen Research, superan los 320 mil millones de dólares [1]. “No podemos seguir comiendo alimentos con agroquímicos que atentan contra el derecho a la vida” “Garantizar alimentos saludables y libres de agroquímicos es garantizar el derecho a la alimentación, a la salud, a la educación y a la vida”. [1] Emergen Research. Link www.emergenresearch.com

Desde la experiencia del equipo del IDMA, puedo decir que no todo está perdido. En localidades y regiones del Perú, en América Latina y en el mundo entero, hay cientos, miles y millones de agricultores empoderados con técnicas de agricultura ecológica sin usar agroquímicos. Asimismo, están creciendo gradualmente las Ferias y Mercados Ecológicos en localidades y ciudades, donde se venden productos saludables, sin contaminantes directamente de productores a consumidores, promoviendo encuentros enriquecedores entre el campo y la ciudad. A nivel de políticas públicas, para reducir y eliminar gradualmente el uso de agrotóxicos, es necesario modificar el diseño institucional sobre la inocuidad alimentaria, para que las entidades competentes como SENASA y DIGESA cumplan a cabalidad sus funciones. Al mismo tiempo, como lo propone el movimiento agroecológico peruano en base al PLANAE, es urgente la creación e implementación, con recursos tangibles, de un Programa Nacional y Programas Regionales de Agricultura Ecológica. En cuanto a la sociedad civil, debemos seguir promoviendo la producción y alimentación saludable, con el monitoreo y vigilancia ciudadana de los agroquímicos; pero también es responsabilidad de la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía de Prevención del Delito, Indecopi y los gobiernos regionales y locales hacer su trabajo seriamente. Garantizar alimentos saludables y libres de agroquímicos es garantizar el derecho a la alimentación, a la salud, a la educación y a la vida. Comer de forma saludable es un compromiso irrenunciable para todos. 07

PLAGUICIDAS: REMEDIOS QUE MATAN SILENCIOSAMENTE El modelo se expandió rápidamente en todo el mundo, promovido y respaldado por gobiernos y corporaciones agroalimentarias, bajo la creencia de que resolvería el hambre y la pobreza a nivel global. Sin embargo, han pasado más de 60 años desde su implementación, y el problema persiste. Hoy, este modelo se considera una de las causas del calentamiento global, debido a su alta dependencia de la energía fósil, y una amenaza para la biodiversidad global, con una reducción estimada del 25% en los próximos 50 años [1]. Además, su uso intensivo de agrotóxicos ha causado graves impactos ambientales, contaminando el agua y el suelo y afectando la estabilidad de los ecosistemas. Uno de los principales problemas de este modelo es el uso indiscriminado de plaguicidas, especialmente en países de ingresos medios. Diversos estudios muestran un notable aumento en las intoxicaciones por plaguicidas: actualmente ocurren aproximadamente 385 millones de casos de intoxicación aguda anualmente. En 1990, un equipo de la OMS estimó alrededor de un millón de casos graves de intoxicación accidental por pesticidas cada Luis Abraham Gomero Osorio Presidente del Consorcio Agroecológico Peruano / Coordinador de la RAAA / Docente de la Universidad Científica del Sur ARTÍCULOS 08 Cuando en 1970 se le otorgó el Premio Nobel de la Paz al padre de la agricultura moderna y la Revolución Verde, Norman Ernst Bourlaug, en reconocimiento a sus investigaciones para mejorar la producción de alimentos y consolidar lo que ahora conocemos como agricultura convencional —basada en el monocultivo, el uso intensivo de fertilizantes, plaguicidas, semillas mejoradas y mecanización intensiva—, nadie presagiaba en ese entonces los impactos negativos colaterales que este modelo de producción traería consigo. [1] Reyes-Palomino, S. & Cano Ccoa, D. (2022). Efectos de la agricultura intensiva y el cambio climático sobre la biodiversidad. http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2313-29572022000100053

año, causando aproximadamente 20,000 muertes. Este incremento probablemente se debe al uso intensivo de pesticidas, cuya cantidad en toneladas a nivel mundial creció casi un 81% entre 1990 y 2017 [2]. En el Perú, aunque el modelo de la Revolución Verde no se implementó plenamente, la agricultura orientada al mercado adoptó uno de sus paquetes tecnológicos basado en el uso intensivo de plaguicidas. Según SENASA (2017), entre 2010 y 2016, la importación de plaguicidas en el Perú aumentó un 108.6%, y esta tendencia de crecimiento se ha mantenido. El MINSA (2023) indica que el 80.2% de las intoxicaciones se concentran en ocho departamentos: Lima, Junín, Arequipa, Cusco, Lambayeque, Apurímac, Amazonas y La Libertad, con una tasa de intoxicación anual de 3.4 por cada 100,000 habitantes [3]. La mayor preocupación, sin embargo, radica en la intoxicación crónica, que está relacionada directamente con el aumento de enfermedades cancerígenas; entre 2019 y 2023, el cáncer aumentó un 33.7%, con el cáncer de estómago entre los tres tipos más comunes en hombres y mujeres [4]. Desde hace más de 30 años, la sociedad civil organizada, representada por entidades como la Red de Acción en Agricultura Alternativa (RAAA) y, actualmente, el Consorcio Agroecológico Peruano (CAP), ha venido denunciando los efectos negativos de los agroquímicos en la salud y el medio ambiente. Se han exigido medidas políticas para regular el uso indiscriminado de estos productos, logrando retirar del mercado algunos plaguicidas altamente peligrosos, aunque los avances son limitados debido a intereses económicos en juego y a la falta de voluntad técnica y política para establecer controles adecuados que protejan a los consumidores, polinizadores y el entorno. Con un aumento del 81% en el uso de pesticidas a nivel mundial desde 1990, la seguridad alimentaria se ha convertido en una crisis de salud pública 09 [2]Fundación Heinrich Boll, Amigos de la Tierra & PAN Europa. Atlas de los Pesticidas. https://www.tierra.org/wp-content/uploads/2023/04/Atlas-pesticidas-Amigos-Tierra.pdf [3]Ministerio de Salud (2023). Sala de situación de salud. https://www.dge.gob.pe/portal/docs/vigilancia/sala/2023/SE09/plaguicidas.pdf [4] Ministerio de Salud. Sala situacional de cáncer en el Perú. https://www.dge.gob.pe/portal/docs/vigilancia/sala/2023/SE52/cancer.pdf

En este contexto, el CAP, que representa al Movimiento Agroecológico Peruano y a sus aliados estratégicos, ha decidido realizar un monitoreo ciudadano para visibilizar los residuos de plaguicidas en los alimentos. Hasta la fecha, se han realizado tres monitoreos. En el primero, en supermercados de Lima, se encontró que 51 de 84 muestras de alimentos como ají amarillo, apio, fresa, beterraga, pimiento, cebollita china y tomate contenían residuos de agroquímicos que los hacían no aptos para el consumo [5]. El segundo monitoreo cubrió 18 supermercados y mercados en Arequipa, Cusco, Huaraz y Huánuco, y de las 103 muestras analizadas, 46 no eran aptas para consumo humano [6]. En el tercer monitoreo, realizado en los mercados más populares de cinco regiones (Lima, Arequipa, Cusco, Huánuco y Áncash), el 47% de los productos muestreados no eran aptos para el consumo. Esta situación evidencia una crisis en la seguridad alimentaria debido al alto uso de agroquímicos que pone en riesgo la inocuidad, agravada por el abandono a los productores y la falta de asistencia técnica, lo cual ha permitido a las empresas de agroquímicos controlar el sistema de comercio y uso de estos productos. Frente a esta situación, es urgente implementar medidas inmediatas que obliguen a la adopción de buenas prácticas agrícolas, promuevan la transición agroecológica y brinden mayor apoyo a las y los agricultores comprometidos con la producción de alimentos saludables. La mayor preocupación no son solo las intoxicaciones agudas, sino el aumento del cáncer, que ha crecido un 33.7% entre 2019 y 2023, vinculado directamente al uso intensivo de agroquímicos. 10 [5]Salud con Lupa (2024). Un veneno oculto en mi plato. https://saludconlupa.com/series/un-veneno-oculto-en-mi-plato/ [6]Salud con Lupa (2024). Ensalada de pesticidas en 4 ciudades. https://saludconlupa.com/series/ensalada-de-pesticidas/

Más del 90 % de los agricultores en Apurímac adquiere plaguicidas sin ninguna restricción y desconoce su toxicidad. La agricultura en Apurímac enfrenta una amenaza silenciosa: el uso descontrolado de agroquímicos EL DILEMA DE LOS AGROQUÍMICOS EN APURÍMAC: PRODUCCIÓN VS. SALUD Y MEDIO AMBIENTE A pesar de su importancia económica, la agricultura en Apurímac se enfrenta a una amenaza silenciosa: el uso descontrolado de agroquímicos. Este problema, que incluye el uso de plaguicidas prohibidos, está afectando tanto el medio ambiente como la salud de sus habitantes. Con más de 10 % de casos de intoxicación en la región, expertos y agricultores buscan soluciones para alcanzar un equilibrio entre producción y sostenibilidad. La región de Apurímac, ubicada en el sur del Perú, depende en gran medida de la agricultura y la ganadería. En los últimos años, esta región ha experimentado un incremento significativo en el uso de agroquímicos. Aunque su empleo ha impulsado los rendimientos agrícolas, también ha generado efectos negativos en el medio ambiente y la salud pública. Entre los principales impactos se encuentran la degradación del suelo, la contaminación de las fuentes de agua, la pérdida de biodiversidad y serios problemas de salud en zonas rurales y urbanas. Según un estudio de caso realizado por el Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente (IDMA) en 2022 en las provincias de Abancay y Andahuaylas – consideradas las áreas más productivas y diversas en cultivos de Apurímac– el 66 % de los agricultores adquiere plaguicidas guiándose por su Yesenia Vargas & Miguel Quispe Pineda [1] L. Mendoza and L. Yupanqui, “Lisseth meliza mendoza castilla,” 2023. [2] INEI, “Producción de papa creció 12,2% en abril del 2020,” 2020. 11

La incidencia de intoxicación aguda por plaguicidas en Apurímac alcanza el 10.3%, afectando a comunidades rurales y urbanas. El uso de agroquímicos prohibidos como el carbofurán y el paraquat sigue presente. experiencia personal de años de trabajo, mientras que solo el 30 % lo hace siguiendo recomendaciones. Más del 90 % de los agricultores señala que adquiere los plaguicidas sin ningún tipo de restricción, y la mayoría desconoce la toxicidad específica de estos productos. Sin embargo, reconocen que su uso tiene consecuencias negativas para la salud y el medio ambiente. En respuesta a esto, muchos agricultores han optado por una práctica mixta: emplean métodos convencionales en los cultivos destinados a la venta y técnicas naturales en aquellos destinados al consumo familiar. Una investigación realizada en Andahuaylas detectó residuos de plaguicidas como carbofurán, mancozeb, carbendazima y benomilo en el suelo, superando los valores máximos permisibles (VMP) establecidos en la normativa ecuatoriana de calidad ambiental TULSMA para suelos agrícolas (0.01 mg/kg) [1]. Además, en 2020 Apurímac se consolidó como la principal región productora de papa en el Perú, con un crecimiento del 131.5 % en su producción[2]. Sin embargo, este cultivo presenta altos costos de producción, y los agricultores enfrentan anualmente diversas plagas, siendo el gorgojo de los Andes uno de los principales problemas fitosanitarios. En muchos casos, estos plaguicidas se aplican de manera indiscriminada en sistemas de monocultivo de productos como la palta, quinua, maíz y kiwicha, priorizando el control de plagas y enfermedades, pero sin considerar adecuadamente sus impactos ambientales y de salud[3]. De acuerdo con el Ministerio de Salud, en 2024 la incidencia de intoxicación aguda por plaguicidas (IAP) en Apurímac alcanza el 10.3 % [4]. Además, persiste el uso de agroquímicos restringidos y prohibidos en la agricultura, como el carbofurán, metamidofos, paraquat, clorpirifos y glifosato. La insuficiente fiscalización por parte de las autoridades, como SENASA, MIDAGRI y DIRESA, en la comercialización y uso de estos insumos restringidos, contribuye a esta problemática. [3] J. Villamil, J. Martínez, and E. Pinzón, “Actividad entomopatogénica de aislamientos autóctonos de beauveria spp. sobre premnotrypes vorax (hustache) in vitro.,” Temas Agrar., vol. 20, no. 1, pp. 19–33, 2015, doi: 10.21897/rta.v20i1.745. [4] MINSA, “Sala de situación de salud,” Minist. Salud, vol. 2024, p. 246, 2020, [Online]. https://www.dge.gob.pe/epipublic/uploads/asis-sala/asis-sala_202346_29_091229.pdf 12

La Cruzada por la Salud: Revelaciones del Tercer Monitoreo Ciudadano de Agroquímicos Jaime Delgado Zegarra Coordinador del Monitoreo ciudadano de agroquímicos en los alimentos 13

El Tercer Monitoreo Ciudadano de Agroquímicos en los Alimentos es una iniciativa de vigilancia ciudadana, en la cual se recogieron 60 muestras en cinco mercados de distintas regiones: Lima, Cusco, Arequipa, Huánuco y Huaraz. Los resultados revelaron que el 47% de los alimentos superaba el Límite Máximo de Residuos de Agroquímicos (LMR), lo que indicaba que estos alimentos no eran aptos para el consumo humano. Una estratégica vigilancia ciudadana Frente a la impunidad absoluta en nuestro país respecto a la contaminación de alimentos con altos niveles de agroquímicos, la sociedad organizada, a través de un estratégico monitoreo ciudadano, ha logrado colocar este tema en la agenda pública. Este esfuerzo ha llamado la atención de las autoridades y, sobre todo, de los ciudadanos, acerca del grave problema que enfrentamos al consumir diariamente alimentos que no son inocuos, sino más bien inaptos para el 14

consumo humano debido a su contenido de venenos que dañan nuestro organismo. Dieciocho organizaciones de la sociedad civil, actuando de manera sincronizada y profesional, han sacado a la luz un problema de salud pública que hasta ahora había pasado desapercibido. Y no es un problema menor: primero, porque lo que se revela es dramático en términos cuantitativos, con niveles alarmantes de exceso de agroquímicos en muchos de los alimentos que consumimos diariamente; segundo, porque todos estamos en riesgo, ya que no existe una forma de verificar a simple vista si un producto está en óptimas condiciones de inocuidad; y tercero, porque no hay método alguno para eliminar estos agroquímicos, ni lavando ni cocinando los vegetales. El problema, además, es que no se percibe como un problema de salud inmediato, puesto que no hay, salvo en algunos casos, toxicidad aguda. El daño es a largo plazo y por efecto de acumulación de estas sustancias que se van adhiriendo a los tejidos internos, alterando nuestro organismo. A esto se suma el precario sistema de salud en nuestro país, donde las personas generalmente acuden al médico solo cuando presentan una enfermedad, y no para chequeos periódicos de rutina, lo que permitiría detectar y corregir cualquier problema de salud a tiempo. Paradójicamente, nuestro país, con una tradición y una cultura agrícola milenaria, una biodiversidad impresionante, poseedor de casi todos los microclimas y una capacidad productiva de vanguardia, se ha posicionado como uno de los principales agroexportadores de la región. Somos el primer exportador de espárragos, arándanos, quinua y el segundo de palta, entre otros cultivos. Todo lo que exportamos cumple con las exigencias de los mercados internacionales 15

cuyos estándares son generalmente superiores a los nuestros. Sin embargo, cuando producimos para el mercado local, llenamos de venenos los productos, sin que nadie controle este mercado. Este monitoreo ciudadano sobre la presencia de agroquímicos en los alimentos está sirviendo para evidenciar esta impune, inmoral, injusta y catastrófica situación, que está arrasando con la salud y la vida de nuestra población, especialmente de los niños, quienes, debido a su menor peso corporal, tienen que soportar inadvertida e involuntariamente una mayor carga de agroquímicos en sus organismos. En este escenario, no cabe la indiferencia. Ya no se trata solo de cumplir o incumplir deberes funcionales o institucionales; se trata de la responsabilidad y del deber que tenemos todas y todos como ciudadanos, padres, hijos, hermanos, vecinos y amigos, de salvaguardar la salud de esta y de futuras generaciones. Después de 20 o 30 años consumiendo los niveles de agroquímicos presentes en los alimentos de todos los días, probablemente la mayoría de la población ya es, en alguna medida, víctima de esta situación. Pero esto tiene que detenerse ahora, no dentro de 10 o 20 años. Siendo un problema de salud pública, nadie hubiera aceptado prolongar una década la lucha contra la pandemia de COVID-19. Todo el país y el mundo se alinearon para resolver el problema de inmediato. Sin embargo, frente a las revelaciones de nuestros monitoreos, es irresponsable que no se estén tomando las medidas urgentes que esta problemática amerita. 16

La indiferencia no es una opción. Independientemente del rol que ocupemos en la vida —como hijos, padres, abuelos, empresarios, agricultores, comerciantes o funcionarios públicos—, todas y todos estamos llamados a emprender una gran cruzada nacional en favor de nuestra salud y nuestra vida, en favor de la inocuidad de los alimentos. No hay tiempo que perder; ya hemos pasado muchos años envenenándonos, causando un daño probablemente irreversible. La solución es objetiva: exigir que todos cumplan con las condiciones y sistemas de producción agrícola que aseguren la inocuidad de los alimentos. Para esto se necesita voluntad y decisión de todas y todos, pero especialmente de quienes dirigen el país en todos los niveles de gobierno. A nosotros, los ciudadanos, nos corresponde exigir que nuestras autoridades cumplan con sus obligaciones legales para las que fueron elegidas. Queremos que las autoridades y los productores apliquen en nuestros alimentos las mismas exigencias que se imponen a productos como el tomate, el apio u otros destinados a la exportación. No es posible que nos preocupemos más por la salud de los extranjeros que por la de nuestra propia población. Esto debe terminar. ¿Y que hará usted para contribuir a esta cruzada? Un llamado a la vigilancia y la acción ciudadana para proteger nuestra alimentación y salud 17

CULTIVO DE PAPA SIN AGROQUÍMICOS: UN CAMINO HACIA LA SALUD Y LA SOSTENIBILIDAD La papa (Solanum tuberosum L.) es un cultivo vital tanto en términos económicos como alimentarios, especialmente en los países andinos. Fuente clave de carbohidratos, vitaminas y minerales, en Perú desempeña un papel fundamental en la seguridad alimentaria y en el sustento de numerosas familias rurales. Sin embargo, su producción ha estado dominada por un enfoque convencional que prioriza la uniformidad de cultivos industriales, lo que amenaza la diversidad genética, degrada el suelo y perjudica tanto al medio ambiente como a la salud de los consumidores. En este contexto, la agroecología se presenta como una solución integral para promover la agricultura sostenible y garantizar la seguridad alimentaria, ofreciendo un modelo de producción amigable y responsable que responde a las demandas del mercado de papa de manera sostenible. Jorge Soto Atencia Franklin Cipriano Aquino 18

La agroecología ofrece un modelo de producción amigable y responsable para responder a las demandas del mercado de papa de manera sostenible Para implementar este enfoque, es esencial adoptar prácticas agroecológicas que reduzcan el monocultivo y mejoren la salud del suelo, favoreciendo los tres componentes clave: microorganismos, minerales y materia orgánica. También resulta crucial garantizar la disponibilidad de semillas de calidad, elegir adecuadamente el área de cultivo y establecer las épocas de siembra más apropiadas. La fertilización orgánica depende de la calidad del suelo, que debe evaluarse a través de análisis o características observadas. En general, se recomienda aplicar un promedio de 5 toneladas por hectárea de abono orgánico tipo bocashi, complementado con guano de islas para cubrir las necesidades nutricionales del cultivo. Además, se sugiere aplicar biol cada 15 días, a una dosis de aproximadamente 15 litros por cilindro, para promover el crecimiento de la planta. 19

La producción de papa sin agroquímicos no solo es viable, sino que aporta grandes beneficios al medio ambiente y a la salud humana. La incidencia de plagas está directamente relacionada con la salud del suelo, ya que una nutrición adecuada fomenta la trofobiosis. En el proceso de transición hacia la agroecología, se recomiendan prácticas como la rotación de cultivos con leguminosas, el uso de cercos vivos con tarwi y el empleo de técnicas de control etológico, así como la aplicación de Beauveria bassiana y caldos minerales. Se sugiere aplicar caldo sulfocálcico a razón de 1.5 litros por mochila, caldo bordelés a 60 gramos por mochila y M5 a 1.5 litros por mochila, complementado con jabón potásico. 20 Las prácticas agroecológicas, basadas en principios agroecológicos, fortalecen la resiliencia de los sistemas agrícolas frente al cambio climático y las plagas. El propósito de esta propuesta es restaurar los ecosistemas para lograr una producción sostenible de alimentos y alcanzar la autonomía agrícola. La producción de papa sin agroquímicos no solo es viable, sino que también aporta beneficios importantes para el medio ambiente y la salud humana. Con el creciente interés de los consumidores por opciones sostenibles, los agricultores tienen la oportunidad de innovar y adaptarse a estas demandas, contribuyendo así a un sistema alimentario más saludable y responsable.

AGROQUÍMICOS Y MONOCULTIVOS: AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD Alejandra Farfán Los agroquímicos producidos industrialmente son considerados como el concentrado de sustancias químicas para la agricultura que incluye pesticidas, insecticidas, herbicidas, fungicidas, nematicidas u otras variantes de constante crecimiento utilizados para estimular el crecimiento productivo (Valbuena et al. 2021) [1]. Se clasifican según su actividad biológica y según su toxicidad. Los fertilizantes químicos de los suelos y los Fito reguladores que controlan el crecimiento de las plantas, son los más utilizados. En la actualidad, el modelo de desarrollo agrícola en el país favorece principalmente a la agroexportación que concentra grandes superficies de tierras de cultivo, con dominio territorial, aplicación de tecnologías de punta y uso intensivo de agroquímicos. La ampliación de la frontera agrícola se realiza a expensas de la vegetación local, bosques nativos y/u otros cultivos tradicionales, lo cual contraviene a la sustentabilidad de la biodiversidad, sobre todo en el norte del país. En la agricultura moderna de la ceja de selva y la selva baja, en las plantaciones de monocultivo de palma aceitera se presentan problemas como la eliminación de toda la [1] Reyes-Palomino, S. E. y Cano Ccoa, D. M. (2022). Efectos de la agricultura intensiva y el cambio climático sobre la biodiversidad. Revista de Investigaciones Alto andinas, 24(1), 53–64. https://doi.org/10.18271/ria.2022. 328. 21

biodiversidad en fauna y flora, el cambio de uso del suelo mediante la tala de bosques primarios para obtener nuevas áreas de cultivo o para la crianza de ganado, lo cual genera cambios en la estructura del paisaje, induce la pérdida de hábitat y la biodiversidad, y produce cambios en los ecosistemas y degradación de la calidad ambiental. La agricultura familiar de montaña se mantiene vigente, reproduciendo la biodiversidad in situ, proveyendo alimentos y cumpliendo un rol esencial para la sostenibilidad de la producción agropecuaria, obedeciendo principalmente a la lógica del mercado local y con el uso sostenible del suelo, el agua y la biodiversidad que garantizan la continuidad de los servicios ecosistémicos[2]. A su vez, la agricultura convencional, que ha incorporado el paquete tecnológico de la revolución verde (semilla mejorada, monocultivo y uso intensivo de agroquímicos) con el fin de incrementar el rendimiento de los cultivos y protegerlos, no ha tomado en cuenta la toxicidad de estos productos que conllevan a la contaminación por residuos químicos en cultivos, suelo, aire y agua, afectando la diversidad de flora y fauna y el medio ambiente. Estas consecuencias se deben esencialmente al mal empleo de estas sustancias por desconocimiento, escasa capacitación técnica, y falta de medidas de bioseguridad en la preparación, aplicación, almacenaje y destino de envases. Asimismo, producto del uso excesivo de fertilizantes químicos, estos se filtran en los suelos y cuerpos de agua, ya que las plantas absorben solo una parte del fertilizante aplicado. Según la ENA 2022, el mayor porcentaje de uso combinado de fertilizantes y pesticidas se encuentra en la región la Costa (88,5%), seguido por la Sierra (68,2%), y en último lugar, la Selva (50,8%). [2] Del Castillo, L. (2022). «Reforma Agraria, Riego y Sequía». En https://acortar.link/a9NwRV 22

La producción agroecológica es el camino hacia sistemas alimentarios sostenibles que preservan la biodiversidad. AGROECOLOGÍA Y BIODIVERSIDAD Según el IV Cenagro 2012, cerca del 44 % de los productores agrícolas del país (971 219 de 2, 213 506) utilizan algún tipo de fertilizante químico, y de estos, un poco más del 80 % se concentra en el grupo de productores con menos de cinco hectáreas de superficie agropecuaria.[3] En este contexto, la producción agroecológica se perfila como la más compatible con los diversos procesos ecológicos en la producción agrícola, pecuaria y forestal. Los principios agroecológicos han sido integrados por una amplia gama de actores, a diversas escalas, para construir sistemas alimentarios sostenibles a través de la agroecología. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Políti- -ca sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) afirman que la agroecología es un camino para abordar varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y, por tanto, prioriza procesos de mitigación más amigables y adaptables al cambio climático, con el objetivo de estimular el uso sostenible y la preservación de la biodiversidad junto a la diversidad cultural. Esto representa un acercamiento a la soberanía alimentaria y contribuye a mejorar las relaciones entre las personas, la agricultura y la naturaleza, garantizando la autonomía de los agricultores y transformando los sistemas alimentarios, fortaleciendo así la interacción entre los saberes de las comunidades locales y el medio ambiente (Akakpo et al. 2021; Goris et al. 2021; Stringer, 2008)[4]. [3] Indecopi - Dirección Nacional De Investigación Y Promoción De La Libre Competencia (DLC). Reporte de Mercados de Fertilizantes en el Perú 2023. Publicación electrónica Lima, noviembre de 2023. Website: www.gob.pe/indecopi [4]La Agricultura Familiar en el Perú. Brechas, Retos y Oportunidades. Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO - Estudio Técnico N.o 28. Roma: FAO. En https://doi.org/10.4060/cc4897es 23

En esta entrevista, la Dra. Flora Luna González aborda los alarmantes resultados del Tercer Monitoreo Ciudadano, que revelan que un 47% de las muestras de alimentos en mercados peruanos superan el límite de residuos de agroquímicos permitido. Desde el impacto en enfermedades crónicas hasta la conexión con problemas de desarrollo en niños y jóvenes, la doctora nos alerta sobre los riesgos de un sistema alimentario que, en muchos casos, prioriza la productividad sobre la salud pública. El Tercer Monitoreo Ciudadano de Agroquímicos en los Alimentos reveló que el 47% de las muestras de alimentos superan el Límite Máximo de Residuos (LMR). Desde el punto de vista médico, ¿qué tipo de enfermedades o complicaciones se derivan de este consumo a largo plazo? El Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en los Alimentos reveló que el 47% de las muestras de apio, cebollita china, pimentón y tomate, tomadas en cinco mercados de abastos en las ciudades de Lima, Huánuco, Cuzco, Huaraz y Arequipa, presentaban niveles elevados de agrotóxicos según los Límites Máximos Permisibles establecidos en la norma peruana (RM N°1006-2016MINSA). DRA. FLORA LUNA GONZÁLEZ: “URGIMOS UN CONTROL MÁS RIGUROSO DE AGROQUÍMICOS PARA PROTEGER LA SALUD DE LOS NIÑOS Y EVITAR ENFERMEDADES GRAVES" La Dra. Flora Luna González, médica pediatra y activista, expone los riesgos de la exposición a agroquímicos en alimentos, alertando sobre su impacto en la salud infantil y la urgencia de un control más estricto para prevenir enfermedades graves. ENTREVISTA 24

Como médico, me preocupa profundamente que todos los peruanos, como consumidores, estemos expuestos a un riesgo mayor de desarrollar enfermedades graves. La exposición prolongada a estos químicos se asocia con un incremento en la incidencia de cáncer, alteraciones endocrinas, y enfermedades neurológicas como Alzheimer, Parkinson y esclerodermia. También se observa un aumento en la frecuencia de alergias y en problemas de comportamiento, como ansiedad y depresión, e incluso se reporta una correlación con el autismo en algunos casos. La situación es alarmante y nos obliga a tomar acciones para reducir esta exposición. ¿En su experiencia como médico pediatra, ¿cuáles son los principales efectos en la salud de los niños y adolescentes por el consumo prolongado de alimentos que exceden el Límite Máximo de Residuos de Agroquímicos (LMR)? La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) publicó en 2021 la Guía Efectos de los Agrotóxicos en la Salud Infantil, destinada a concientizar al personal de salud infantil y a la comunidad médica sobre las enfermedades asociadas al uso masivo de herbicidas, insecticidas y fungicidas en Argentina, donde se aplicaban anualmente 520 millones de litros de estos productos. Este documento, impulsado por la Comisión de Salud Ambiental de la SAP, responde a la necesidad de contar con estadísticas e informes epidemiológicos que permitan dimensionar el impacto de los agrotóxicos en la salud pública [1]. La guía (elaborada por un equipo multidisciplinario de médicos, investigadores y científicos de reconocidas instituciones como el Instituto de Salud Socio Ambiental de la Universidad de Rosario, la Red de Médicos de Pueblos Fumigados , la Cátedra de Embriología de la Facultad de Medicina de la UBA, el Grupo Gesta de la Universidad Nacional de San Martín y los hospitales Garrahan y Posadas) se enfoca en el daño que productos como el clorpirifos, atrazina, imidacloprid, 2-4D, paraquat, carbofurán y glifosato provocan en la salud infantil [1]. Ignacio Bocles, médico de la cátedra de Embriología de la UBA, y Damián Markov, pediatra de la SAP, destacan en esta guía la urgencia de capacitar a los profesionales de la salud para identificar problemas sanitarios relacionados con la exposición a agrotóxicos y contribuir a su reducción o erradicación. En Perú, lamentablemente, el incumplimiento de las normativas que prohíben la comercialización de alimentos con altos niveles de agrotóxicos representa una grave amenaza para la salud infantil. Desde la etapa intrauterina, los niños y adolescentes pueden verse afectados si sus madres están expuestas a estos químicos a través de fumigaciones o de la ingesta de alimentos contaminados. Los efectos pueden incluir una mayor incidencia de las patologías mencionadas anteriormente, lo que subraya la urgencia de un control efectivo de estos compuestos en nuestro entorno alimentario. Algunos agroquímicos que están prohibidos en el Perú fueron encontrados en las muestras del Tercer Monitoreo Ciudadano. ¿Cuáles considera que son los más peligrosos para la salud y por qué? En este Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas, se seleccionó al laboratorio Mérieux NutriScience en Perú, reconocido a nivel internacional como uno de los 100 laboratorios más prestigiosos, para analizar 60 muestras de alimentos —15 de cada uno: apio, cebollita china, pimiento y tomate— en las cuales se detectaron 65 agroquímicos diferentes. Uno de los compuestos encontrados fue el clorpirifos, un pesticida prohibido en Perú desde julio de 2023. 25 [1] Lag, N. (2021). La Sociedad Argentina de Pediatría confirmó el daño que producen los agrotóxicos en los niños. Tierra Viva. https://agenciatierraviva.com.ar/la-sociedad-argentina-de-pediatria-confirmo-el-dano-que-producen-los-agrotoxicos-en-los-ninos/

A mis pacientes les recomiendo optar por alimentos orgánicos y saludables, adquiriéndolos en ferias agroecológicas, las cuales se encuentran en diversos distritos y ciudades. Muchos de estos productos están regulados bajo el Sistema de Garantía Participativo (SGP), lo que garantiza su seguridad y calidad. Gracias al Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas, el Ministerio Público del Perú también ha tomado muestras y ha notificado a las Fiscalías de Prevención del Delito en cada región, iniciando investigaciones sobre la comercialización de alimentos con pesticidas prohibidos. Confío en que se implementen las sanciones adecuadas para corregir este grave problema de salud pública que afecta a todos los consumidores peruanos. Desde su perspectiva médica, ¿qué recomendaciones urgentes podría ofrecer a las familias peruanas para minimizar el impacto de los agroquímicos en su alimentación diaria? Es fundamental que los peruanos, como consumidores, exijamos a las autoridades —SENASA, municipalidades, INDECOPI y la Defensoría del Pueblo— un control más riguroso sobre la comercialización y el uso de agroquímicos, para evitar que nuestros alimentos contengan residuos peligrosos que pongan en riesgo nuestra salud y nuestra vida. A pesar de que el SENASA estableció el 1 de agosto de 2024 como fecha límite para su retirada, este fue detectado en las muestras. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) prohibió el clorpirifos en 2001 debido a sus efectos negativos en el neurodesarrollo infantil, que incluyen disminución del coeficiente intelectual, hiperactividad y autismo. En Europa, países como Dinamarca, Finlandia, Alemania, Irlanda, Letonia, Lituania, Eslovenia y Suecia también lo han prohibido debido a sus efectos neurotóxicos y su clasificación como potencialmente cancerígeno. En las muestras examinadas se detectaron 65 agroquímicos. De estos, se identificaron: Efecto cancerígeno en 20 de los 65 agroquímicos (30.77%), tales como: Clorpirifos, Cipermetrina, Buprofecina, Clorfenapir, Clorotalonil, Difeconazol, Dimetoato, Fipronil, Iprodiona, Linuron, Lifenuron, Permetrina, Pirimetamil, Procimidona, Procloraz, Propiconazol, Tebuconazol, Tiametoxam y Triadimenol. Efecto genotóxico en 5 de los 65 agroquímicos (7.69%), entre ellos: Carbendazima benomilo, Ciromazina, Dimetomorf, Fentoato y Profenofos. Además, el laboratorio detectó la presencia de agroquímicos con efectos en órganos reproductivos, que pueden causar infertilidad o daños hepáticos y renales, entre otros problemas de salud. El caso de Qali Warma y la intoxicación de niños en Puno destapó un escándalo sobre la corrupción en la cadena de suministros de alimentos. ¿Qué reflexiones tiene sobre el rol del gobierno en garantizar una alimentación segura para los más vulnerables, como los niños? En el caso de la intoxicación de 25 menores en un colegio de Cabana, Puno, debido al consumo de alimentos de Qali Warma, la indignación de los padres es totalmente comprensible. Lo que resulta aún más preocupante es la demora de seis meses por parte de la institución encargada en investigar el incidente, y su posterior negativa de responsabilidad. 26

Es alarmante que Qali Warma, un programa social diseñado para brindar apoyo alimentario a los niños y jóvenes en el Perú, no garantice la calidad adecuada en sus productos. Este caso en particular dejó a 25 niños intoxicados, de los cuales 4 requirieron hospitalización. Los padres han reportado que algunos niños continúan presentando síntomas como cefalea, mareos y cólicos abdominales, lo que les ha llevado a rechazar por completo los alimentos de esta institución para sus hijos. Lamentablemente, no es la primera vez que vemos problemas de calidad en los productos de Qali Warma: alimentos ultraprocesados, latas de pescado en mal estado (con gusanos), aceites transgénicos de soya y palma, y productos lácteos que ni siquiera cumplen con los estándares del Codex Alimentario, motivo por el cual han sido rechazados en otros países como Panamá y Estados Unidos. Es fundamental que el gobierno asuma un rol más riguroso y garantice una alimentación verdaderamente segura y nutritiva para nuestros niños, especialmente los más vulnerables. ¿Cómo interpreta el hecho de que, durante el Día Mundial de la Alimentación, se revelen estos resultados alarmantes sobre la seguridad alimentaria en el país? El Día Mundial de la Alimentación, celebrado anualmente el 16 de octubre por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) desde 1981, tiene el objetivo de reducir el hambre a nivel global, un propósito clave también en la Agenda 2030. Este día se basa en el principio fundamental de asegurar el acceso universal a alimentos suficientes, nutritivos y saludables, no solo como un derecho humano, sino también como un pilar para el desarrollo sostenible. Por ello, fue crucial compartir con la sociedad civil peruana los resultados del Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en esta fecha, ya que los pesticidas detectados en los alimentos evaluados ponen en serio riesgo nuestra seguridad alimentaria y salud pública. Como consumidores, necesitamos estar informados sobre los peligros que enfrentamos y exigir medidas que protejan nuestra salud y bienestar. ¿Qué cambios estructurales cree que son necesarios para que el sistema alimentario peruano sea más justo y saludable, y qué papel juegan las políticas públicas en la regulación del uso de agroquímicos? Como médico y miembro de ASPEC, me pregunto por qué Perú y otros países de América Latina mantenemos normativas menos estrictas que Estados Unidos y la Comunidad Europea para el control de agrotóxicos, cuando la protección de la vida y la salud debería ser un derecho humano fundamental para todas y todos. En Perú, contamos con regulaciones que prohíben la comercialización de alimentos con Límites Máximos de Residuos (LMR) elevados (RM N°1006-2016MINSA). No obstante, es fundamental informar, educar y empoderar a la sociedad civil para que exija a las autoridades el cumplimiento efectivo de estas normas, asegurando controles rigurosos y sanciones a los alimentos que se comercializan en los mercados de abastos. A través de los años, hemos visto que estas normativas no se cumplen adecuadamente. En el ámbito agrícola, los pequeños productores continúan usando productos tóxicos debido a que no reciben asesoría técnica. En las tiendas de agroquímicos, además, no siempre hay personal capacitado para orientar a los agricultores en el uso seguro de estos productos, en el control de plagas, en el cómo protegerse al realizar fumigaciones, y en la eliminación segura de los envases. Finalmente, considero esencial enseñar el manejo integrado de plagas y la producción de una agricultura orgánica, saludable y sostenible entre nuestros pequeños productores o agricultores familiares. Este cambio estructural no solo beneficia a los consumidores, sino que fortalece el sistema alimentario peruano, haciéndolo más justo y seguro para todos. 27

El esfuerzo de Nina por lograr una alimentación saludable y sostenible Descubre la inspiradora historia de Nina Martínez y su compromiso con la alimentación saludable en el Punto Verde de Paucarbambilla, un espacio de encuentro entre productores y consumidores que va más allá de la simple compra de alimentos. Nina, activista y promotora incansable de la comida libre de agrotóxicos, ha encontrado en este mercado un lugar de confianza donde se fomenta una relación directa y respetuosa con las y los productores. Acompáñanos a descubrir cómo su participación como panelista en este informe fue un llamado a defender el derecho a una alimentación sana. MUJERES Y JUVENTUDES 28

NINA MARTÍNEZ: COMPROMETIDA CON LA LUCHA POR UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE Y SOSTENIBLE El Punto Verde es un espacio no solo de intercambio comercial entre productores y consumidores, sino también un lugar donde se genera una mayor conciencia entre quienes demandan alimentos saludables. Un claro ejemplo es el caso de Nina Martínez, una consumidora activista y promotora incansable de la alimentación saludable en el barrio de Paucarbambilla, donde se reconoce la inmensa labor de hombres y mujeres del campo para llevar a las mesas alimentos sabrosos, nutritivos y, sobre todo, libres de agrotóxicos. “Los sábados son un momento especial para mí; reservo un espacio para acudir al Punto Verde porque tengo la seguridad y confianza de que allí encontraré productos saludables. Además, refuerzo el vínculo de amistad con las productoras”, comparte Nina. En junio de 2021, Nina se acercó por primera vez al Punto Verde de Paucarbambilla, en el distrito de Amarilis, con la expectativa de conocer qué era realmente este espacio. Pensaba que sería igual o mejor que un mercado convencional. Recuerda que la primera persona que la atendió fue Claudia, quien, de manera muy cordial, le explicó cómo producían en su parcela. Esta experiencia hizo reflexionar a Nina sobre el valio- -so trabajo que realizan los productores, no solo para la alimentación, sino también para el medio ambiente. “Haber participado como panelista en el informe del Tercer Monitoreo Ciudadano fue muy especial para mí. Ya se sabía que los alimentos se producían utilizando agroquímicos, aunque nadie lo mencionaba; estábamos pasivos, pero no sabíamos realmente la magnitud de esta mala práctica. Escuchar los resultados me hizo pensar que se está vulnerando nuestro derecho a una alimentación sana, que en Huánuco consumimos alimentos contaminados… ¡basta ya de estar matándonos a diario!” Las preocupaciones de Nina se enmarcan en lo establecido por la Resolución Ministerial N° 1006-2016-MINSA, que señala los límites máximos de residuos (LMR) de plaguicidas de uso agrícola utilizados para la producción de alimentos de consumo humano. En el numeral 6.2 se establece que: “Todo alimento que sobrepasa los LMR establecidos en la presente norma sanitaria es considerado de riesgo y no apto para el consumo humano, debiendo la autoridad competente aplicar las medidas sanitarias de seguridad que correspondan para proteger la vida y la salud de los consumidores”. Luz Domitila Mondragón Sánchez 29

30 Nina es parte de la Red de Consumidores de Paucarbambilla y participa activamente en diversas actividades para promover los puntos verdes. Fomenta el consumo de alimentos saludables y participa en pasantías que refuerzan los lazos de respeto y confianza con las y los productores, reconociendo la inmensa labor que realizan en el campo en el cuidado del medio ambiente y la agrobiodiversidad. Además, lleva la voz de otros consumidores cuando es necesario exigir, como en el caso de solicitar que el Gobierno Regional reconozca al Consejo Regional del Sistema de Garantía Participativo (SGP). Recientemente participó como panelista invitada en la presentación del Tercer Monitoreo Ciudadano de Agroquímicos en los alimentos. “El Punto verde de Paucarbambilla es un lugar de convergencia donde encuentro productos para cubrir mis necesidades básicas de alimentación”.

Por lo menos una vez al año, a razón de 3 palas por metro cuadrado. El abono se cosecha a partir de los 2 meses en costa, 3 meses en la sierra, y de 1,5 a 2 meses en la ceja de selva (Pozuzo). ¿QUÉ ES EL HUMUS DE LOMBRIZ? El humus de lombriz resulta de la descomposición de los desechos vegetales y animales por la acción digestiva de la lombriz y de sus microorganismos. El producto final es un abono orgánico de coloración oscura denominado técnicamente humus, muy rico en nutrientes. ECO INNOVACIÓN ¿QUÉ NECESITAMOS? Estiércol de animales en descomposición Rastrojos en descomposición Lombrices rojas Un lugar fresco y protegido ¿CÓMO SE APLICA? 1.Elegir un lugar fresco, con sombra y seguro. Construir camas u hoyos de madera de 1 metro de ancho, y de largo de acuerdo a la cantidad a preparar con su techo respectivo. 2. Llenar las camas con la mezcla de estiércol y rastrojos. 3. Mantener siempre húmedo hasta descomponerse, entre 1 mes y medio y 2 meses. 4. 5. Una vez descompuesto, poner las lombrices. 6.Seguir manteniendo húmedo ¿CÓMO SE PREPARA? 31

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